sábado, 18 de septiembre de 2010

PASTELERÍA

      En la calle Reyes de Granada, se encuentra una pastelería antigua donde se pueden saborear algunas de las especialidades más codiciadas de la ciudad; mi preferida es una pasta con recubrimiento de costra de azúcar de fresa, rellena de mermelada de la misma fruta; este pastel tiene un curioso nombre “aperley”. Era también el preferido del pintor inglés George Owen Wynne Apperley (Ventnor, Isla de Wight, Inglaterra, 1884 - Tánger, 1960), el cual diariamente llegaba a la confitería a disfrutar de uno.
     Un día en que el pintor se encontraba enfermo, fue a buscar el pastel una empleada suya y pidió “el pastel que todos los días compra el Sr. Apperley”. Desde entonces los dependientes de la pastelería utilizaron la metonimia “aperley” para nombrar esa delicia. Al pintor, como a tantos artistas europeos (románticos y posteriores), le subyugaba la cultura mediterránea, por lo que realizó viajes por Italia y por España, hasta que se estableció definitivamente en Granada en 1916, y situó su estudio en la Plaza de San Nicolás, aunque seguía viajando a Italia y a Marruecos.


     En el Albaicín se dedicó Apperley a pintar paisajes de los alrededores, retratos de mujeres españolas con trajes típicos y gitanos, mujeres y hombres, del barrio y del Sacromonte. Su primera exposición española tuvo lugar en Madrid, en noviembre de 1918, inaugurada por los reyes de España. A partir de 1932 estableció su residencia en Tánger, donde siguió pintando sus conocidas cuadros de desnudos femeninos. En 1936 fue nombrado Comendador de Mendavia (Navarra), por los “servicios a la causa” republicana; y en 1945 recibió la Encomienda de Alfonso X el Sabio, un honor nunca recibido en vida por un artista británico. Finalmente, en 1951, fue distinguido como miembro de la Real Academia de Bellas Artes de Málaga.
     Murió en Tánger en 1960, dejando para la posteridad no sólo su pintura, también un sabroso pastel.


10 comentarios:

  1. La comida, cuando tiene una historia detrás, como esta tan bonita del 'aperley', sabe mejor. Cerca de la pastelería donde los venden, hay otra en la que la crema pastelera con la que rellenan alguno de sus pasteles es deliciosa. En parte por lo bien hecha que está, y en parte porque, a partir de media mañana es practicamente imposible encontrar un pastel, lo que hace dicha crema más deseada. Tras la regañina pertinente de la dependienta (leer con acento granadino): "¿Pasteles? ustd ha visto la hora que es...¿usted los ha encargado?..." Si queda algún pastel perdido, ¡juro que sabe a gloria!

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  2. Iria: muy curioso el comentario. Y, si nos fijamos, en las vitrinas de esas pastelerías no se aprecian colores vivos -pastelillos verde chillón o color naranja fuerte- sólo colores naturales: fresa, amarillo de la crema, hecha al estilo de nuestras abuelas, o blanco de la nata y el merengue; pero nada de colorantes como en otros establecimientos donde los pastelillos son variadísimos de forma, pero todos saben igual, incomibles.
    En la pastelería a la que yo me refiero, es interesante la variedad de masas, tanto en los pasteles salados como en los dulces: es famosa la “pastela” moruna y, personalmente, me parecen sabrosísimos las tortas mohínas, que en mi tierra creo que se llamaban "cortadillos", porque están hechas con los restos de masa y los trocitos de frutas confitadas que les sobran a los maestros pasteleros del trabajo del día.
    Me contaba mi suegra que, a finales del XIX y principios del XX, al estar la pastelería citada cerca de la Chancillería, los profesionales que trabajaban en ella desayunaban allí y, al mediodía se pasaban de nuevo para llevarles a sus señoras las especialidades preferidas: me imagino cómo estarían de lustrosos dichos señores... y las esposas.

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  3. Perdonad, pero...¿ Estáis hablando de la pastelería López Mezquita, una y otra de la Bernina ?

    Gracias

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  4. Adriana, la primera es ésa, pero la "Bernina" ya no existe, Iria habla de "El Sol", en Puerta Real. Si vienes por Granada, disfrutaremos de ambas. Gracias y un saludo

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  5. Con permiso: en la antigua Bernina estaba enmarcado un pequeño cuadro apenas un boceto, de Apperley, pues parece ser que el pintor, ese día en que mandó a la criada, para que ésta no errara en su elección,la envió a la pastelería con el cuadritoen el que se leía un recado que decía : "Un pastelico como este".

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  6. ¡Qué gracia! El pintor inglés parece que se convirtió en un collejo granadino total.

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  7. Me gusta ésta página. Saludos. Enrique Apperley (hijo del pintor). Web dedicada a mi padre http://www.apperley-art.com

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  8. Me siento muy agradecida por tu comentario. Perdón por no haber contestado, no lo he visto hasta hoy. Me parece la página web de tu padre muy completa y vistosa. Un afectuoso saludo.

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  9. Qué gusto leerte, hables de lo que hables. Y en este caso además doblemente gustoso con este pastelito "aperley", que si no lo pruebo mañana mismo soy capaz de tener pesadillas. Salud

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  10. Esta exquisito.,como todo lo que elaborais
    Gracias por hacernos la vida más dulce

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