Se dice que en 1984, en los buzones de doscientos cincuenta granadinos
apareció un librillo de once sonetos llamados "Del amor oscuro"
firmados por Federico. Constituyen la obra cumbre del poeta, como afirmaba su
amigo Vicente Aleixandre, que los había oído recitar de boca del propio poeta:
"Si esa obra no se ha perdido; si, para honor de la poesía española y
deleite de las generaciones hasta la consumación de la lengua, se conservan en
alguna parte los originales..." Afortunadamente estos magníficos sonetos
de amor están hoy al alcance de los lectores.
Pero desde una época oscura en la que la obra de Federico aún no había
sido editada en España -y los que estudiábamos Bachillerato en los años 50 no
conocíamos del poeta más que alguna cancioncilla- hasta hoy, su poesía y la
imagen de su persona han pasado por múltiples avatares: por una parte, junto a
Cervantes, ha sido el escritor español más conocido en todos los países del
mundo y estudiado en las universidades de Europa, de América y aun de China.
Pero por otra, ha sido el poeta más imitado en coplas ramplonas, en metáforas
que chirrían y producen dentera. Pero en él no se encuentra nada de folclorismo
barato: el "Romancero gitano" está compuesto por versos cultos que,
con mente lúcida, va descubriendo "la pena" de todo un pueblo
"que se filtra por el tuétano de los huesos", un pueblo perseguido y
marginado desde 1492. ¿Quién puede superar "en la lucha daba saltos/
jabonados de delfín"? ¿Quién "La aurora de Nueva York tiene/ cuatro
columnas de cieno/ y un huracán de negras palomas/ que chapotean las aguas
podridas"? ¿Quién "Que no se acabe nunca la madeja/ del te quiero me
quieres, siempre ardida/ con decrépito sol y luna vieja"?
Hoy día Federico es utilizado por tirios y troyanos: tanto el
Presidente de la Diputación de Granada, Sebastián Pérez, el cual, cínicamente, preside
los homenajes al poeta, como un empresario sin escrúpulos que a su sala de
fiestas de Alfacar le dio el macabro nombre de "La ruta de Lorca", y
para qué hablar de los que lo enarbolan como bandera de lo andaluz, "lo
nuestro".
El mismo Federico confesaba, en contra de los que quieren
apropiárselo: "Yo soy hermano de todos...El chino bueno está más cerca de
mí que el español malo. Canto a España y la siento hasta la medula; pero antes
que esto soy hombre del mundo y hermano de todos. Desde luego no creo en la
frontera política".
En fin, Lorca es un poeta que nació en Andalucía y que escribió, con
técnica y con esfuerzo, una poesía para todos y en "todos" se puede
incluir a cualquier persona de cualquier hemisferio, de cualquier continente,
que sienta como él, que como él pueda morir "por el mismo pan, la misma
libertad, la misma nostalgia" como dejó dicho otro poeta universal, nacido
en Turquía, Nazim Hikmet.