sábado, 3 de julio de 2010

VENTANAS


…al llegar a mi casa…
vi iluminadas, obradoras, radiantes, estelares,
las ventanas,
-sí, todas las ventanas-.
(…)
Luis Rosales


En los rincones de la memoria se van quedando frases, versos o palabras que se convierten en contraseñas o “passwords” que, en cuanto las oímos o leemos, nos abren escenas de nuestro pasado, o toda una cadena de recuerdos. Si yo oigo “La Quinta” –barrio de Granada- “veo” con la mente una casa con ciprés y una habitación muy fría con dos ventanas enfrentadas; por una se veía la sierra, por la otra las colinas de Granada.
O al contrario, se recuerdan “passwords” en momentos rutinarios de nuestras vidas. Si la casa está vacía cuando llego, al dejar las llaves en su alcayata, pronuncio en voz alta la jaculatoria que mi abuelo decía en la misma circunstancia: alabado sea Dios, a lo que la niña que yo era debía responder: sea por siempre, etc. De mi educación católica me quedan trazas como ésta, cuatro o cinco oraciones en latín, suspender mi atención ante un canto gregoriano y escuchar con frecuencia o cantar el Pange lingua gloriosi
Y, si, al llegar a casa, hay luces en alguna habitación y veo iluminadas, obradoras, radiantes, estelares, las ventanas, se encienden los versos de Luis Rosales que leí hace muchos años: ¡..la casa está encendida! Y una especie de sosiego se dilata en el aire...

11 comentarios:

  1. Escrito bajo la influencia del Muscadet ?

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  2. Pues sí, el Muscadet es un buen tónico, creo que ayuda, así que gracias por tu regalo alcohólico!

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  3. carmen arance ortega5 de julio de 2010, 23:13

    Pero que bonito... le voy a mandar a mi madre para que lea de vez en cuando la página que a eella le gusta esto...

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  4. A mí me pasa con la frase : " buenas noches".....siempre la asocio a "buenas noches, nos dé Dios y parte en el cielo . Amén. ¿ Niña, has cerrado la puerta de la calle?. Toda esta letanía la asocio SIEMPRE, SIEMPRE, SIEMPRE, al verano y a mi abuela Carmen.

    Bienvenido al mundo de los blogs

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  5. Gracias, Carmen, me animas a contar más rollitos literarios o no.

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  6. Los ingleses asocian sus casas a un castillo. Para ellos, y teniendo en cuenta la condenada climatología que les acompaña, sus casas son su refugio. Son acogedoras, espaciosas. En Andalucía, sobre todo con la llegada del buen tiempo, es difícil recogerse. Aunque, siempre da gusto volver a casa a descansar la mente y el cuerpo del bullicio de la calle. A veces, me da envidia de no vivir un invierno perpetuo, y envolverme en una manta con un buen té, y ver nevar por la ventana. Pero después me imagino lo que es vivir en un lugar sin luz, sin la luz del Mediterráneo, y se me quitan las ganas...¡Bienvenida al blog-espacio!

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  7. Adriana, puesto que compartimos abuela, tus palabras me han emocionado. Yo recuerdo, además, otra versión de la misma frase: "Buenas noches nos dé Dios, y parte en su gloria eterna, Amén". Cuando se tiene una abuela tan importante, frases como estas, son imposibles de desvincularlas de tu vida.

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  8. Y ¿qué me decís de todas esa frases hechas que tenemos grabadas a fuego en la memoria que diariamente nos decían los adultos cuando éramos pequeñas? Recuerdo una que supongo que a vosotras, Adriana, Iria y Carmen, no os la dijeron nunca, porque nacisteis ya en la época de los pantalones, que yo no usé hasta los 16 años: -"Las niñas no se sientan con las piernas separadas" (toma ya). Serrat lo expresa en la canción "Esos locos bajitos":

    "Niño,
    deja ya de joder con la pelota.
    que eso no se dice,
    que eso no se hace,
    que eso no se toca..."

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  9. Maria Victoria, cómo me gustó al llegar a casa después de mi viaje a Madrid, del que vuelvo cada vez, sobrada de emociones y recuerdos, por eso, cómo me gustó al volver a casa encontrar tu blog y al abrirlo ver aparecer imagen tan bella como la casa de tus abuelos; en ese momento no sabía de quién era la casa, lo que si supe es que esa era la casa de mis sueños.
    Cuando de pequeña, empecé a ir de vacaciones a Asturias, Ribadesella, antes iba a La Rioja al pueblo de mis abuelos paternos, donde las casas eran diferentes, de piedra o adobe, según la economía de sus dueños, me quedé prendada de las casas de Asturias, de esas galerías desde donde contemplabas los inmensos prados, tan verdes, tan apetecibles. Entonces, mis padres alquilaban casas en las que siempre había una galería
    donde jugábamos cuando llovía y no podíamos salir; recuerdo una en la que había una enorme casa de muñecas, estaba sobre una tarima y podías asomarte a cada habitación, perfectamente amueblada estilo principios de siglo. En esa casa recuerdo, que las sábanas eran de hilo, con encajes de bolillos y todavía recuerdo el sonido de las maderas del suelo al andar; por la noche teníamos miedo y mi hermana y yo nos metíamos juntas en la misma cama; después he sabido que la casa pertenecía a una familia venida a menos y en la que había varias hijas, de ahí la casa de muñecas….qué bonitos recuerdos de tan especiales casas. Siempre me han atraído esos lugares en los que los veranos transcurrían entre la lluvia, paseos en bicicleta y la búsqueda entre las rocas de conchitas y pequeños caracoles, bígaros los llamaban y con los que nos hacíamos collares. Lástima que no pudimos ir más, pues a mi hermana pequeña le sentaba muy mal el clima tan húmedo y entonces bajamos al Sur y a la luz….
    Siempre deseé volver y tener una casa con una galería blanca, y una puerta rodeada de
    macizos de hortensias, como la de tus abuelos.

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  10. Me alegro, Petra, de que mi entrada te haya despertado buenos recuerdos. ¡Que suerte vivir en una casa con otra dentro -¿casa-matrioska?- porque nosotras, que vivimos una infancia sin televisión, siempre deseábamos una casa de muñecas.
    Y, desde luego, para mí la casa de la portada es la de mis sueños, así como la de los recuerdos indelebles.

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