viernes, 20 de mayo de 2011

“NO ÉS AIXÒ, COMPANYS, NO ÉS AIXÒ” (No es esto, compañeros, no es esto)

Una performance en la Puerta del Sol


        “Para cambiar la realidad hay que ir a votar”, afirmó optimista un político, con un importante cargo, en la SER; lo dice, pero no se lo cree, como no lo creen millones de ciudadanos españoles y los miles de personas, sobre todo jóvenes, que los representan y ocupan plazas de toda España: la del Obradoiro, la de Cataluña, la Puerta del Sol o la del Carmen, en Granada. Protestan bajo lemas como: “Os estamos quitando las máscaras”, “Si no nos dejáis soñar, no os dejaremos dormir” o “Non é unha crise, é unha estafa”.
No creen que los políticos de los dos grandes partidos quieran cambiar nada, aunque los tiene desconcertados y trémulos la protesta pacífica. Ellos, de espaldas al pueblo, con máscaras y tapones en los oídos, han acumulado “potestas” (poder), pero no “auctoritas” (autoridad), como decían los romanos, la han perdido sobre todo en el sinuoso camino de la última legislatura. Ya se explicaba esto en uno de los textos más antiguos del castellano, el verso del Poema de “Mío Cid”: “Dios, qué buen vasallo, si oviese buen señor”; los ciudadanos españoles son los buenos vasallos que los señores no merecen. 
Las reclamaciones de los jóvenes indignados las expuso recientemente el anciano de 93 años Stéphane Hessel, veterano de la Resistencia francesa, en su libro “¡Indignaos!”, (marzo, 2011), en donde afirma: “El motivo fundamental de la Resistencia fue la indignación. Nosotros ape­lamos a las jóvenes generaciones a dar vida y trans­mitir la herencia de la Resistencia y sus ideales. No­sotros les decimos: coged el relevo, ¡indignaos! Los responsables políticos, económicos, intelectuales y el conjunto de la sociedad no pueden claudicar ni dejar­se impresionar por la dictadura actual de los merca­dos financieros que amenaza la paz y la democracia. Os deseo a todos, a cada uno de vosotros, que tengáis vuestro motivo de indignación. Es un valor precioso. Cuando algo te indigna como a mí me in­dignó el nazismo, te conviertes en alguien militante, fuerte y comprometido. Pasas a formar parte de esa corriente de la historia, y la gran corriente debe se­guir gracias a cada uno. Esa corriente tiende hacia mayor justicia, mayor libertad, pero no hacia esa li­bertad incontrolada del zorro en el gallinero. Esos derechos, cuyo programa recoge la Declaración Uni­versal de 1948, son universales. Si os encontráis con alguien que no se beneficia de ellos, compadecedlo y ayudadlo a conquistarlos”.
Y los jóvenes, con sus sentadas pacíficas en las plazas, quieren conquistar esos derechos universales, con una actitud admirable que desestabiliza la prepotencia de los grandes señores de la política y la economía no sólo de España sino de Europa. Es una protesta que nos llena de esperanza a las personas que trabajamos en el franquismo y durante la transición para lograr la democracia y ahora nos encontramos con que “No és això”, no es esto, como cantaba Lluis Llach en una conmovedora canción:

No es esto compañeros, no es esto
por lo que murieron tantas flores,
por lo que lloramos tantos anhelos.
Quizás debamos ser valientes, otra vez
y decir no, amigos míos, no es esto.



3 comentarios:

  1. Emocionante composición, otra de las pequeñas cosas que en estos hermosos días me hacen saltar una lágrima incontenible...ilusión renovada; lástima de mis temores ¿siempre han de ganar los malvados ambiciosos necios cínicos?

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  2. Gracias a los dos por vuestra amabilidad. Después de saber que la noche de ayer terminó en paz, se renueva la esperanza...esperemos!!!

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