miércoles, 8 de junio de 2011

LO QUE ESTÁ MAL EN EL MUNDO

"Mi niña en el balcón" José García Agüero (Almería)

Mi amigo el poeta Luis Melgarejo, que regenta “La casa con libros” en La Zubia (Granada), me regaló una serie de postales diseñadas y publicadas por él, donde se  anuncian los actos que tienen lugar en la casa durante el curso. Melgarejo posee el buen gusto de reproducir en ellas textos de interés. Esta última serie anuncia el ciclo “Poesía en resistencia”, que abarcará los días 9, 10 y 11 de junio, a las 9 de la noche.

Al leer las tarjetas me deslumbra el escritor inglés Chesterton con un texto que me tomo prestado. Así que esta entrada me la dan hecha él y Melgarejo.
Escribe  Gilbert Heith Chesterton (1874 - 1936):

Lo que está mal en el mundo
Hay que empezar por algún sitio y yo empiezo por el pelo de una niña. Cualquier otra cosa es mala, pero el orgullo que siente una buena madre por la belleza de su hija es bueno. Es una de esas ternuras que son inexorables y que son la piedra de toque de toda época y raza. Si hay otras cosas en su contra, hay que acabar con esas otras cosas. Si los terratenientes, las leyes y  las ciencias están en su contra, habrá que acabar con los terratenientes, las leyes y las ciencias.
Con el pelo rojo de una golfilla del arroyo prenderé fuego a toda la civilización moderna. Porque una niña debe tener el pelo largo, debe tener el pelo limpio. Porque debe tener el pelo limpio, no debe tener un hogar sucio; porque no debe tener un hogar sucio, debe tener una madre libre y disponible; porque debe tener una madre libre, no debe tener un terrate­niente usurero; porque no debe haber un terrateniente usurero, debe haber una redistribución de la propiedad; porque debe haber una distribución de la propie­dad, debe haber una revolución.
La pequeña golfilla del pelo rojo, a la que acabo de ver pasar junto a mi casa, no debe ser afeitada, ni lisiada, ni alterada; su pelo no debe ser cortado como el de un convicto; todos los reinos de la tierra deben ser mutilados y destrozados para servirle a ella. Ella es la imagen humana y sagrada; a su alrededor la trama social debe oscilar, romperse y caer; los pilares de la sociedad vacilarán y los tejados más antiguos caerán, pero no habrá de dañarse un pelo de su cabeza.


3 comentarios:

  1. Vuelvo a esta casa habitable para, acogiéndome a tu hospitalidad, compartir tu deslumbramiento ante el texto de Chesterton. Un bellísimo manifiesto revolucionario en el que cabe todo el ideal de JUSTICIA intemporal y poética que este castigado planeta merece. En cierto -y muy lejano- sentido, me recuerda la libra de carne que el judío Shylock pretendía cobrarse en El mercader de Venecia. Ni una gota de sangre, ni un solo pelo de su cabeza.
    Gracias, María Victoria, por este regalo literario. Aunque no prodigue los comentarios, visito con frecuencia y admiración tu luminosa casa.

    Un cordial saludo.

    P.D. Hace unos meses charlé, en el IES Santa Catalina de Siena de Córdoba, con mi amigo Juan Gálvez, antiguo alumno suyo, que me había "descubierto" en uno de aquellos comentarios iniciales en este blog. Sin duda, una feliz coincidencia.

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  2. Bienvenido a mi casa, gracias de corazón por tus palabras. Son curiosas las asociaciones de ideas, estupenda la tuya de Shylock -ay! nuestro adorado Shakespeare-; cuando estaba leyendo la frase en que Chesterton dice que la niña pasa junto a su casa, me vino a la memoria un poema de León Felipe en donde una niña pasa todos los días junto a su ventana y un mal día desaparece y ve pasar una cajita blanca...no recuerdo de qué poema se trata.
    Qué emoción que seas amigo de Juan Gálvez, hemos hablado de vernos cualquier día por aquella tierra, que es una de las mías.
    Un abrazo

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  3. María Victoria, el poema de León Felipe lo puedes encontrar en este enlace:


    http://www.poesia-inter.net/lf20035.htm

    Un abrazo

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